Existe un concepto que se ha popularizado mucho últimamente entre los emprendedores llamado Sweet Spot. Se trata de un concepto desarrollado por Jim Collins en su famoso libro Good to Great, el cual recomiendo ampliamente, Collins lo llama el Concepto del Erizo y básicamente habla de como alinear todo alrededor de nuestro negocio para ser mucho mas productivos.
Collins nos invita a hacernos las tres siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo que nos apasiona hacer?
- ¿Cuál es nuestro talento o en que nos sentimos que somos los mejores en el mundo?
- ¿Cuál es nuestro motor económico o por lo cual nos pueden pagar bien?
Sin embargo, en mi opinión creo que este concepto quedo obsoleto. La investigación que hizo Collins fue sobre empresas creadas bajo un modelo tradicional de negocios, analizó empresas como Gillette, Kimberly-Clark, Phillip Morris, Wells Fargo, entre otras, y lo que encontró fue que las empresas que dieron el salto y se convirtieron en empresas sobresalientes fueron las que contaban con una visión y una cultura que alineaba estos tres círculos.
No obstante hoy en día esto ya no basta. Ser el mejor, hacer lo que te gusta y contar con un nicho de mercado no es suficiente y no te garantiza el éxito sostenido. Hace falta tener un propósito detrás.
Tenemos que alinear una nueva área dentro de nuestras prioridades de negocio y tiene que ser el propósito para ayudar a mejorar nuestra comunidad y agregar valor al mundo, o como los japoneses lo llaman, debemos de encontrar nuestro ikigai, nuestra razón de existir.
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